viernes, 7 de diciembre de 2018
CAPITULO 23 (CUARTA HISTORIA)
Mientras se acercaban al rancho, Pedro respiró profundamente y rogó al cielo que todo saliera bien para todo el mundo.
Entre los árboles se distinguía la casa iluminada.
Él había conducido hasta allí muchas veces, y la primera visión de la casa de madera con su enorme porche, las ventanas altas y la chimenea de piedra era una bienvenida en las noches frías. Sin embargo, aquella noche Pedro se sintió intimidado al verla. Parecía que todas aquellas luces que brillaban por las ventanas anunciaran el día del juicio final.
—Pedro, tengo miedo —dijo Pau.
—Yo también.
—¿Por qué hay tantas camionetas aquí aparcadas a estas horas? —preguntó—. Parece como si estuvieran dando una fiesta o algo así.
—Maria me lo advirtió —respondió él mientras observaba los coches de sus amigos.
—¿Qué te advirtió?
Él apagó el motor del coche y la miró.
—Maria me dijo que todo el mundo estaría aquí. Los chicos y sus esposas. Supongo que todos se sienten responsables hacia Olivia, y no... bueno, no están demasiado ansiosos por cederla.
—¡Pues es una lástima! —exclamó ella con una nota frenética en la voz—. Yo soy su madre y...
—Tranquila, Paula —dijo él, y le puso una mano sobre el hombro—. Yo no he dicho que no vayan a hacerlo. Pero si lo piensas, ellos han pasado más tiempo que tú con la niña desde que nació. Estoy seguro de que cuando todo el mundo asimile la idea de que estás lista para recogerla, no tendrán ningún problema.
Paula miró hacia la casa. La barbilla le tembló ligeramente.
—Esta demostración de fuerza no indica que vayan a ceder tranquilamente. Podrían llevarme a juicio, Pedro. Podrían acusarme de haberla abandonado, y tendrían pruebas.
—No van a hacer nada de eso. Entrar será lo más difícil. Vamos a terminar con ello.
Paula se volvió hacia él.
—Pedro, ya te he dicho esto, pero quiero decírtelo de nuevo. Pase lo que pase ahí dentro, aunque esto se estropee, quiero que sepas que no lamento haberme quedado embarazada. No lamento que tú y yo trajéramos a la niña al mundo. Sé que he causado muchos problemas a mucha gente, pero volvería a hacer lo mismo con tal de tener a Olivia.
En aquel momento, él la quería tanto que casi le dolía.
—Eso es lo que tendrían que oír los que están ahí dentro —dijo con voz ronca—. Y ahora, vamos a afrontar la situación.
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Wowwwwwwwwwwww, qué asustados están, todo va a salir bien me parece.
ResponderEliminarRecién me pude poner al día después de una semana agitada jajaja estoy atrapada por esta historia!!
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