miércoles, 24 de octubre de 2018
CAPITULO 16 (PRIMERA HISTORIA)
«Quince meses», pensó Pedro mientras repartía la paja y se aseguraba de que los caballos tuvieran agua. Desde luego, no estaba dispuesto a esperar quince meses para averiguar si él era el padre de la criatura.
Porque si no era el padre de Olivia, quizá estuviera dispuesto a explorar la extraña situación que se había creado con Paula.
Descubrir que se sentía atraído por ella después de tantos años lo había confundido, y no estaba seguro de qué podía hacer al respecto. Creía que ella también podía estar interesada en él. Al menos, el beso que habían compartido la había excitado.
Sin embargo, ella le había dicho que él se había dejado llevar por las circunstancias. Pedro no creía que fuera así, pero pensaba que a lo mejor era ella la que se había dejado llevar por la situación.
Desde luego, de no haber sido por el bebé, quizá nunca hubiera visto a Paula desde esa nueva perspectiva.
Cuando terminó en el establo, llamó a las perras y se encaminó hacia la casa. Siempre se había sentido orgulloso de su casa de madera con chimenea de piedra. Regresar a la casa que había construido le había dado un gran placer cuando estaba recién casado y todo le parecía posible. Sin embargo, ese placer había estado ausente durante los últimos años, y esa mañana volvía a sentirlo de nuevo. No hacía falta que se esforzara en encontrar el motivo. Paula estaba dentro, esperándolo.
El viento olía a lluvia, o incluso a nieve. Se preguntaba si sería buena idea sacar al bebé con ese clima, pero sabía que ir a la ciudad sería una distracción que le permitiría distanciarse del beso que había compartido con Paula.
Debían ir. Si se desencadenaba la tormenta, las carreteras empeorarían y esa semana, no tendrían más oportunidades para comprar lo que necesitaban. Tampoco era que quisiera comprar los muebles para la pequeña. Comprarlos hacía que la situación pareciera permanente. Quizá no le habría importado tanto, si supiera si era o no, el padre de Olivia.
No era un hombre a quien le gustara la incertidumbre.
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