lunes, 19 de noviembre de 2018
CAPITULO 30 (TERCERA HISTORIA)
Mario salió del jardín contiguo a Hawt-horne House y decidió que la suerte estaba de su parte. Tras escuchar algunas conversaciones de los asistentes al banquete había averiguado justo lo que necesitaba.
Se alejó de la casa y regresó a la zona de acampada de las afueras del pueblo. Que disfrutaran de la fiesta. Pronto terminaría la diversión.
Al día siguiente, Paula y el niño estarían solos en el rancho, con un bebé y el idiota del vaquero. Mario podría recuperar a su hijo y de paso, asustar a Paula para que supiera con quién estaba jugando.
Durante la ceremonia había aprovechado para revisar el sistema de seguridad que tenían en el rancho.
No era nada que él no pudiera desconectar.
Después de todo, su trabajo como vendedor de alarmas tenía que haberle servido para algo.
No podía esperar a recuperar a su hijo, para asegurarse así una buena suma de dinero.
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