lunes, 5 de noviembre de 2018

CAPITULO 19 (SEGUNDA HISTORIA)



«Si tuviera sentido común, me quedaría arriba», pensó Pedro. Podía tumbarse en la cama y descansar un poco. Pero descansar no era posible con Paula en la misma casa.


Y en aquel momento, hacer el amor con ella era lo único que merecía la pena en el mundo. Él se preguntaba si todos los padres reaccionaban igual después de una noche de preocupación por sus hijos. Debía de ser muy agradable abrazarse y celebrar que habían superado la crisis.


Pedro creía que la habían superado. Por primera vez desde el día anterior, Olivia ya no tenía las mejillas coloradas. Permaneció junto a la cuna escuchando la respiración de la pequeña y sintió cómo se aflojaba el nudo que tenía en la garganta. Ella estaba mejor. Mucho mejor.


Salió de la habitación y se dirigió al piso de abajo.Paula estaba junto a los fogones y removía el chocolate en una olla.


—Oli está mejor —dijo él—. Estoy seguro de ello.


Paula apagó el fuego y se volvió con una sonrisa.


Al verla sonreír, le dio un vuelco el corazón. La deseaba tanto que se sentía mareado. Sin atreverse a decir nada, esperó a que se le pasara. Quizá les había hecho daño a otras mujeres, como le había dicho Paula, pero desde luego no le haría daño a ella.


Paula se acercó a él y apoyó las manos sobre su pecho.


—Paula, creo sería mejor que no...


—Yo no —le rodeó el cuello y lo besó.




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